viernes, 27 de febrero de 2009

Una Fiesta de la Espuma carísima para los organizadores, pues se trata de poner un hombre en las puertas del Cielo, un gorila, matón, portero o como quiera llamársele, entre la vida y la muerte estorbando a los recién fallecidos y a sus muertos etc, pendiente de la gente que llegue cubierta de espuma tras haber muerto asfixiada en el suelo de la discoteca para hacerles regresar a la vida clandestinamente, anticipándose al recibimiento de los ángeles, entrometiéndose a codazos si hace falta. Un portero que está semimuerto él mismo, tumbado en una mesa de las oficinas de la discoteca tras habérsele administrado barbitúricos, siendo reanimado a intervalos para mantenerlo durante horas en el compás de espera del túnel, como un papelito agarrado a la boca de una aspiradora, una figura ancha como un armario ataviada con camiseta negra ceñida y pantalón militar entre los Seres de Luz de túnica blanca, un listillo que te ve llegar cubierto de espuma, te da la vuelta y te dice ¡Tira!, tira! No los mires a la cara, tú a tu bola, vuelve para atrás, ¡va!, ¡va!...

lunes, 16 de febrero de 2009

Una serie de televisión sobre una medium que recibe aparecidos en cualquier momento, éstos le cuentan sus problemas muy serios, casi ausentes, y desaparecen de repente sin más explicación. Es en ese momento cuando ella los llama por su nombre, pronuncia inconscientemente el nombre del aparecido, pues ellos no se presentan en ningún momento. Tras la llamada ellos jamás reaparecen y ella lo sabe, pero de este modo obtiene sus nombres. Luego ella los teclea en Google, por ejemplo Joe, o Jack, y sale toda la información sobre quiénes fueron, las circunstancias de sus muertes, fotografías, etc. Lógicamente el punto flaco de la primera temporada de la serie fue la poca credibilidad de un motor de búsqueda que con sólo introducir un nombre sabía a quién te referías. En la segunda temporada los guionistas introdujeron un nuevo buscador llamado Samaniel que era sólo para mediums que tuvieran clave de acceso y que hacía lo mismo que el anterior pero por el simple hecho de llamarse Samaniel y ser de acceso restringido se convertía en un motor de búsqueda paranormal en sí mismo y el espectador aceptaba que estuviera de alguna manera conectado con la mente del medium y le proporcionara sólo la información deseada.

lunes, 9 de febrero de 2009

Hoy por fin voy a reseñar aquí el asunto del erizo, un asunto que llevaba semanas esperando en la puerta sosteniendo el sombrero entre las manos; en su día lo mencioné en la radio pero, como todo lo que digo por la radio, se hundió inmediatamente en el mar de las ondas hertzianas*.

Antes de dar paso a la imagen, quiero que entendáis que ésta coge mucha fuerza por el hecho de existir en el mundo real, yo he visto ese objeto en una tienda (la idea de actuar en un blog como si la imagen a la que se va a dar paso estuviese detrás de una cortina cuando en realidad todos la están viendo).

Un felpudo con forma de erizo de plomo con púas de esparto colocadas directamente sobre la panza para que de este modo uno pueda verle la cara al erizo mientras le restriega el zapato y todo sea un poco más entretenido que si le viera el cogote. ¡Qué clase de producto idiota es este que sacrifica la dignidad del erizo por un chiste estúpido y desesperado, como si no se pudiera interrumpir ni por un instante la cadena de babas de Disney que nos rodea!, ¡Son las babas del mismo Disney que cuelgan de su boca y llegan vacilantes hasta nosotros!

*Una metáfora francamente asquerosa, propia de un pureta enamorado de la radio. Esta metáfora fue descubierta unos meses atrás por Xavier Daura durante una inspección rutinaria.

viernes, 6 de febrero de 2009

Hoy traigo la intención de escribir algo corto, de cagar e irme. Para ello he pensado exponer algo que vi unos días atrás en el rótulo inclinado de una tienda de baldosas cuyo logotipo era un grupo de cuatro baldosas en perspectiva.



Como algunos ya habréis adivinado, lo curioso reside en la neutralización de ambas perspectivas, la del panel y la de la imagen que se muestra en el panel. La imagen resultante es plana, pero lo es de un modo intenso, de un modo Noguishe.

Entre otros muchos, también son intensos los escorzos del mango de la sartén y el triángulo de la espátula:



Y ahora que estoy animado, voy a hablaros del nombre de una urbanización, el nombre es Sometimes, “Algunas Veces” en inglés. Cuando este nombre se utiliza para designar una urbanización se nos quiere dar a entender que la vida es un pozo de lágrimas absurdo y estresante pero algunas veces surge la magia y la vida te da un respiro, no siempre, pero sí algunas veces (no hace falta decir que la urbanización es un atractor de Sometimes muy potente, tan potente que es preferible que si tienes una casa allí, ésta sea tu segunda residencia y la visites algunas veces, algún fin de semana o alguna tarde que tengas libre y que sea para dar paseos, tomar café y leer... en definitiva, actividades de duración intermedia. Porque, como comprenderás, vivir permanentemente en Sometimes sería como mearle a Dios en la cara*).

*Ahora me doy cuenta de que la expresión mear en la cara ha sido un reflujo inconsciente de haber leído el segundo comentario a esta entrada hace unos instantes, es curioso como a la hora de crear resuenan en nuestra mente los acontecimientos del día. Somos pequeños corderos de Dios.

domingo, 1 de febrero de 2009

Uh*, hola, de pequeño hice un dibujo en el que un forzudo saltaba un muro rebozado de cristales, lo hacía volteando su cuerpo sobre él para dejarse caer luego en una colchoneta.


Fijaos que se apoya en el otro lado del muro para no cortarse con los cristales, un apoyo posible aunque muy sutil. Además, se da a entender que una sucesión de forzudos salta el muro uno tras otro y se retiran prestos de la colchoneta para no entorpecer el devenir de los cuerpos, pero en el dibujo uno de ellos acaba de levantarse de la colchoneta y en vez de darse prisa para desalojarla se encuentra inmóvil observando al espectador (aquí he puesto una frase de libro de arte) y para más desconcierto tiene un pie apoyado sobre una especie de mojón de piedra que supongo puse allí para dignificar su pose. A veces los ponía sobre podios o pedestales, en parte porque siempre empezaba a dibujarlos por la cabeza habiendo dibujado anteriormente la línea del suelo y algunos quedaban suspendidos en el aire viéndome entonces obligado a camuflar el desajuste de algún modo; de hecho algunos llevaban un taco bajo cada zapato de la misma anchura que éstos para ahorrarme tener que quebrar la línea vertical; pero volviendo a ese hombre de la colchoneta, ¿dónde guardaba la piedra durante la pirueta? ¿por qué un posado en ese lugar de tanto trasiego?. Decididamente lo que más me seduce del conjunto es el contraste entre la piedra sirviendo de apoyo al guerrero y la inestabilidad que le procura la colchoneta.

Hablando de mojones y apoyos, la idea de un hombre que guarda la obra completa de Freud dentro de la suela de su zapato ortopédico. Yo creo que no está nada mal guardar eso precisamente allí.

Y antes de bajar a mi camarote, una última y desagradable dosis de Noguishe, un trago traicionero que toma la vía equivocada y es expulsado de mala manera por la nariz. Lo que ahora voy a explicar es verdad, el otro día vi, en la cola para comprar el pan, a una señora que había serrado la puntera de sus mocasines, claramente lo había hecho en su casa con la ayuda de una sierra de marquetería; del hueco resultante asomaban los dedos gordos rodeados por un escueto jirón de pelusa blanca de celulosa, como si en vez de calcetines llevara servilletas de papel (¡ojo!, servilletas de papel, no papel de cocina).


Ahora sí me despido, pero antes de bajar dejo el timón atado a alguna parte para no desviar el rumbo (a alguna parte dice, no sabe a qué cosa en concreto podría atar el timón, ¡vaya con el bueno de Noguishe!).

*Homenaje a los Nuevos Mamuts. (Filas, quiero aprovechar para decirte algo, escúchame, el telescopio que guardas en tu habitación alberga un secreto, el Secreto de Salvador Dalí, ¡no!, ¡no te vayas!, ¡Filas!).