Mirad, aquí tenéis un escaneado de la entrevista de La Vanguardia. Hay que forzar la vista para leerlo, pero eso está bien; tenéis que tomarlo como un juego de inteligencia, lo de forzar la vista. La inteligencia también reside en poder leer textos pequeños. Einstein podía ver los átomos, y mucho más allá. Copérnico descubrió... bueno... Copérnico podía ver la luna de día. Yo qué sé, son muchos los siglos y los genios.
Esta foto ilustraba un cartel de la campaña antitabaco del año pasado en los frontones vascos.
En el anuncio proponían un antes y un después del tabaco. Este era el después:
No sé si ya lo veis, pero han copiado y pegado la calva del tipo que hay en primer término para tapar el hueco que ha dejado el humo. Hay un monstruo entre el público, un cabezudo pasadísimo de vueltas. Una cabeza de media tonelada que no la tapa ni un edredón.
Ah, me hago eco del comentario de Javi Rumí en el post anterior, aquí podéis leer un artículo raro en el que relacionan el Ultrashow con lo que hace César Aira, un escritor argentino.
3 comentarios:
me hago eco. me convierto en una repetición cada vez más tenue de mí.
Como vasco que soy me afecta y enfurece especialmente... podrían, por lo menos, haber pegado algo más divertido que un señor, por ejemplo una oca gigante. Una oca gigante que va a los frontones sería la oca más popular de euskadi.
Jojojo, he salido en un post de Miguel Noguera. Formo parte de este post junto a Einstein, Copérnico y César Aira. Ya puedo escribir mi propia novela. (El tío se creyó demasiado su pequeño éxito de mierda).
El reportaje está guay, me gusta eso que dices de "Eso es lo único mío; en lo demás soy un tío normal", como pidiendo perdón. Joder "tengo ocho anos repartidos por el cuerpo, pero en lo demás soy un tío normal". No eres normal, Miguel, y te queremos igual, es algo que tienes que ir asumiendo.
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