viernes, 9 de enero de 2009

Hola, buenas noches, hace unos días vengo diciéndome a mí mismo que sería maravilloso publicar entradas con una frecuencia casi diaria, en un lenguaje fluido, hablando desde uno mismo pero al mismo tiempo pudiendo variar el registro, ya sabéis, algo suelto pero rico. Me viene a la cabeza la expresión abrir juego, una expresión un tanto embarazosa, como de tipo listo salido de Ocean's Eleven. Ahora que lo pienso, abrir juego se lo oí decir a un terapeuta familiar mientras se pasaba la lengua por, bueno, la parte interna del carrillo, es decir, se pasaba la lengua por dentro de la boca pero apretando el reverso del carrillo, supongo que se me entiende, ¿no?, parece mentira, una zona tan presente y no sé como se llama; es la zona sobre la que presionas con el chupa-chups cuando se forma un volumen esférico en el carrillo, la palabra carrillo se refiere a toda esa carne pero creo que no hay una palabra común para designar sólo la superficie interna, bueno, da igual, el terapeuta decía las palabras abrir juego mientras hacía eso con la lengua y miraba a su auditorio con ojos sugerentes, evidentemente, con los ojos sugería el mundo de posibilidades que surgía al abrir juego.

Lo anterior no es más que una introducción a la propuesta de hoy, la idea de un joven que decide ir a visitar a un matrimonio maduro, sus tíos o algo así, y para ello ha de viajar a la ciudad donde ellos viven; como no quiere molestarles rechaza hospedarse en su casa e incluso no quiere que vayan a buscarle a la estación, les dice que cuando se haya instalado en un hotel les llamará para quedar con ellos en algún lugar. Cuando el chico llama y les pregunta dónde quieren que sea el encuentro, el matrimonio maduro le da una indicación estremecedora: “Entra en cualquier sitio de la ciudad y allí te estaremos esperando”. ¡La idea de que el chico entre repentinamente en un establecimiento escogido al azar y encuentre allí al matrimonio!. Qué escalofriante, ¿no? menudos fieras, también, los del matrimonio. Que el chico les pregunte por sus métodos y ellos respondan con una carcajada de padre enigmático.

La idea anterior está vinculada de algún modo a una escena imaginaria que se me ocurrió antes de una sesión de terapia psicológica. Antes de empezar la sesión la terapeuta me dejaba un rato solo en la consulta y en un momento dado ella entraba, se sentaba, y empezaba la sesión. La escena que visualicé consistía en una especie de personaje a lo Matrix, un tipo encargado de sacarme la venda de los ojos, que me zarandeaba y me gritaba “¡¡¿Pero no te das cuenta de que cada vez, justo cuando empiezas a pensar si la estanteria es o no es de Ikea, la terapeuta entra en la sala?!!”. Como si entre mis pensamientos previos a cada sesión, el pensamiento concreto de si la estantería es o no es un mueble de Ikea fuera siempre unido al hecho físico de la entrada de la terapeuta en la sala y eso demostrase que mi continuo de pensamiento y los sucesos de mi entorno estuvieran relacionados entre sí de forma programática siendo en consecuencia ambas cosas, los pensamientos y los hechos, un montaje urdido por una entidad externa y maligna para evitar que yo viera o entendiera algo crucial, etc.

Bueno, hasta aquí el afiche de hoy... ¿qué os parece que los llame afiches? No.

9 comentarios:

El Hombre de la Pústula dijo...

Lo de pasarse la lengua por dentro de la mejilla (carne especialmente suave y surcada de venillas y cicatrices de habérsela mordido accidentalmente) desde luego merece nombre. De hecho merece dos nombres, uno para cuando se haga porque sí, y otro para cuando se haga queriendo significar "mamada" en plan jocoso. Ojo con lo de abrir juego: puede que vaya en este último sentido.

Otro gesto que merece nombre también es el meter el labio inferior dentro de la boca, pasándolo por encima de los dientes de abajo, y golpearlo repetidamente con la punta de la lengua, haciendo un sonidillo bastante característico que recuerda al rápido funcionar de un desatascador de ventosa, o a un tambor mojado. El nombre bien podría derivar de una onomatopeya de tal sonido. NOTA: si mi explicación es poco clara, este gesto sale en Doce monos cuando el psiquiatra entra en la celda donde habían encerrado a Bruce Willis, e intenta averiguar cómo ha escapado.

Lo del viejo matrimonio y la estantería del IKEA son ideas que van de la mano, es verdad. Me interesa que la idea que provoca la entrada de la terapeuta no sea una afirmación, sino la duda de si la estantería es o no es del IKEA. La estantería se vuelve de pronto amenazadora, desconocida, como si no fuera quien dice ser.

Todo cosas cotidianas, inmediatas, y sin nombre. Hay miga para rato.

Buenas noches.

PD: Olvidaba mis propuestas, que son:

-Para el frote del carrillo interno sin querer decir "mamada":
REBAÑUFA, REBAÑUFAR

-Para el frote del carrillo interno queriendo decir "mamada":
MAMAÑUFA, MAMAÑUFAR

-Para el gesto de Doce Monos:
CHUCHUFÍAS, CHUCHUFIAR

Ejemplo: No me hagas mamañufas, que está mi padre delante

Porterodelantero dijo...

Mejilla, joder. Mejilla.

Anónimo dijo...

Se dice en el texto que el terapeuta decía "abrir juego" mientras se pasaba la lengua por la parte interior de la mejilla. Sin embargo, eso es completamente imposible: para articular correctamente cualquier palabra es necesaria una dedicación absoluta de la lengua, el lenguaje hablado es incompatible con cualquier movimiento de la lengua ajeno al necesario para la pronunciación.

Es de suponer, por tanto, que al decir "mientras" no se quiere expresar que ambas acciones (decir "abrir juego" y empujar la mejilla con la lengua) tengan lugar exactamente al mismo tiempo, sino que ocurren muy cercanas en el tiempo una de la otra.

Pero esto abre multitud de posiblidades: puede que el terapeuta moviera la lengua primero y después dijera "abrir juego", puede que ocurriera a la inversa, o puede que los sucesos se intercalaran repitiendo una de las acciones (el terapeuta mueve la lengua, luego dice "abrir juego" y luego mueve la lengua otra vez). Incluso puede que ambos acontecimientos se sucedieran uno detrás de otro en orden aleatorio durante un tiempo indefinido (por ejemplo: el terapeuta mueve la lengua dos veces, después dice "abrir juego", después mueve la lengua tres veces más y por último vuelve a repetir "abrir juego")

Sería interesante saber cual de estas posiblidades en concreto se corresponde con lo que sucedió en realidad.

Rubén Martínez (YP) dijo...

miquela, miquela, cada vez te acercas más a tu tocayo pionero (dando más legitimidad sobre tu nombre+apellido que a ti, al ver la web sabrás porqué). Me gusta que te acerques cada vez más a la idea de bitácora. Tu eres bastante bitácora, ves si no.

la web del pioner http://www.miquelnoguera.com/

Miguel Noguera dijo...

MARIA LUISA, PERDONA EL ERROR Y GRACIAS POR EL APUNTE. EL TERAPEUTA DIJO "ABRIR JUEGO", LUEGO CALLÓ Y TRAS UN SEGUNDO COMENZO A HACER ESO CON LA LENGUA DURANTE UNOS CUATRO SEGUNDOS. MIRABA AL AUDITORIO EN TODO MOMENTO. PARÓ DE MOVER LA LENGUA CUANDO ALGUIEN LE PREGUNTÓ ALGO, PROBABLEMENTE DEJÓ LA LENGUA MUERTA JUNTO A LA CARNE QUE HABÍA ESTADO LAMIENDO MIENTRAS ESCUCHABA LA PREGUNTA.

UN SALUDO

Julio Blez dijo...

me gustó la historia hasta que la tal Maria Luisa vino a aclarar que era imposible decir "abran juego" mientras hacía eso con la lengua.

Miguel... debe haber alguna forma, no te rindas. Yo si quieres monto una plataforma. Aunque sea absurda. Como cuando los Monty Phyton reivindicaron el derecho del hombre de parir.

Me encanta tu blog, por cierto, pero nunca me había atrevido a comentar. Un saludo

Anónimo dijo...

Hola a todos, soy Foster Wallace,sólo se me permite hablar por internet, sólo en éste blog, sólo a través de este tal noyatan y sólo esta vez:
Hola Miquel, te gustó La broma infinita?... ya me contestarás más adelante.

Jaime Wulff dijo...

Por algun motivo lo de la chica y la lengua ha despertado gran entusiasmo, y me parece bien. Pero ese asunto de la entidad superior que te impide acecarte a ese algo que encierra o contiene la estantería... eso si es una pista, ahi si habemus papa. Sin darse cuenta el destino la ha cagado pero bien, te ha puesto tras la pista, te ha querido ocultar su verdadera edad. Sigue por ahí, tira del hilo mientras se deshace el jersey, indaga sabuesamente. Cuando los soplones empiecen a cantar, vienes y nos lo cuentas. ¡Viva The Wire! ¡Noguishemos un poco toda esta mandanga!

El Rubio dijo...

Joder, Miguel Noguera es muy humano. Tanto como el tipo del café