Bueno, chicos -por si alguien quiere leer lo mismo pero sin aderezos- aquí tenemos la típica idea de un señor que ha sido invitado a cenar dos calles más arriba y resulta que ha estado tomando setas antes de ir a la cena, por eso ahora está acostado lateralmente sobre el asfalto pataleando como si corriese, porque cree estar corriendo hacia su destino pero en realidad está arrastrándose en círculos como una pulidora, y el auténtico quid de la historia es que realmente está avanzando hacia la cena, he he, aquí un dibujo esquemático:

Y antes de despedirme, un apunte, por lo visto Cristiano Ronaldo anunció a los medios que para su presentación en el Real Madrid tenía preparada una sorpresa para la afición, y la sorpresa resultó ser esto:
¡Eh!, pero que clase de mente pobrísima ¡¡pobrísima!!, puede llegar a considerar ese juego estúpido una sorpresa para miles de personas adultas. Encima el pobre diablo lo venía anunciando varias horas antes del evento, habrá una sorpresa, habrá una sorpresa... ¡menudo cabeza de chorlito!.
2 comentarios:
¡Excelente! Es de las buenas, ésta, de las consistentes, dan ganas de sacar la fórmula para ver la diferencia entre la distancia que camina al hacer circunferencias y la que sueña caminar, sería el típico sueño en que uno corre, pero desespera porque corre muy despacio.
Sepa Noguera que me revuelvo de placer en mi butaca. Y lo del futbolista era de esperar, si hubiera hecho una breve crítica al pensamiento de Spinoza o recitado un koan, eso sí hubiera sido una sorpresa, pero mucha gente hubiera llorado de perplejidad en ese estadio, muchos habrían muerto aplastados.
Una breve crítica al pensamiento de Spinoza hubiese sido tan ofensivo como pedir un menú degustación en el Bulli y comerse sólo los platos impares.
El tipo generó espectativa y no defraudó: no es normal que alguien diga ante un estadio repleto: soy muy mediocre. Realmente fue una sorpresa. No lo veis?
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