viernes, 11 de septiembre de 2009

Venecia See You Soon

Hoy quería explicaros la mierda del Venecia, una historia que lleva semanas en la recámara, lo haré rápido, quiero irme a dormir. Se trata de una heladería, Venecia, cuyos asientos están forrados de un tejido francamente indeseable, una barrera química color burdeos que recibe amablemente el calor que emana de tu cuerpo para después rebotarlo con odio contra este creando un circuito de retroalimentación tan violento que rápidamente tus pantalones se empapan de sudor como si alguien los hubiera meado a conciencia. En las paredes del establecimiento decenas de cartelitos recomiendan sentarse de una vez, definitivamente, no moverse demasiado, no reposicionar los glúteos, para evitar así ampliar tontamente el área de contacto. Cuando estás sentado no notas nada, es como si tu culo hubiese sido hipnotizado, lo sientes acurrucado como un gato en invierno, quizás demasiado dormido. Pero al levantarte llega la resaca, estás visiblemente sudado. Es entonces cuando los camareros del Venecia entran en acción y se acercan sonrientes a tu mesa para regalarte unos paños rectangulares que rápidamente prenden de la parte trasera de tu cintura por el cinturón y cuelgan por detrás de tus muslos ocultando el desastre. En los paños se halla impreso el mensaje Venecia See You Soon, pero, ¿a quién va dirigido? ¿a ti? que no puedes verlo porque te cuelga del culo, ¿a los demás clientes? que todavía no se han marchado y permanecen sentados consumiendo mientras tú te alejas del local, ¿qué clase de acto comunicativo es ese?.



Desde luego, el cliente que reciba el mensaje mientras toma el helado tendrá una experiencia cuasi mística, como si el helado fuera algo tan jodidamente exquisito que lo estuviera transportando a otra dimensión y el Venecia se despidiera del cliente mientras este deja atrás el planeta tierra, claro, así cobraría sentido que el paño se alejara por la calle. Que un local se despida del cliente mientras este aún se encuentra consumiento es un concepto retorcido, no sé si me seguís, imaginaos un burgués degustando un licor carísimo en un local muy fino mientras mira como los camareros se despiden de él agitando sus manos en silencio.

Ha ha, hoy lo he pasado mal para terminar esta ponencia. Mañana será otro día.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Este pillastre ha puesto el nivel muy alto hoy, hay que felicitarle, vamos, FELICITADLE HE DICHO!

Marinero dijo...

TESTIMONIO!!!
ayer en mi examen de conducir salió la pregunta noguera. la de los viejos que se dan cuenta de lo que ocurre pero no son ágiles. no se los resultados pero creo que he aprobado gracias a un ultrashow

Jesús Ginard dijo...

madre mía, esto cada vez es más difícil de seguir.