Bueno, es un restaurante que han abierto en el centro comercial L'Illa de Barcelona. ¡Vaya nombre! Me gusta pensarlo como un tipo de grito: Soltar una gritta, ya me entendéis. Un chillido agudo, muy italiano, proferido desde el horror medieval. Desde el interior de una pintura. Una Gritta. Tan chirriante y antigua que se borra a sí misma. Me atrevería a decir que ya ni se oye. La gritta, el grito que fuga al infinito.
lunes, 29 de noviembre de 2010
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4 comentarios:
Adjetivos-gentilicios, empezar tus puntos de vista como: ''Bueno, yo no soy cordobés pero aquí me tienes, con tres carreras'' o eso de pecar de eslavo, ¿eh? Un tío que va por la calle ligero de ropa cuando el termómetro marca los 7ºC estaría pecando de eslavo o pecando de pensionista, según tenga la barba.
qué bonito.
hay Grittas por todas partes Miguel, me lo ha dicho google.
La has cagado 'nen' .. toda la mafia calabresa se dirige ahora hacia tu casa.
precioso
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