Una sociedad en la que prima rascarse los genitales como Dios manda, no se trata de una literalización de la metáfora del rascarse los cojones y la pereza, me refiero a una sociedad trabajadora pero que, por algún motivo cultural, necesita unas estructuras sólidas y vistosas para rascarse el saco escrotal, la picha y la zona peluda, las mujeres tabién se rascan el higo, muchas veces al día y con orgullo, llevan siempre los rascadores engangados al cinturón con ese mango enorme dando bandazos por delante de ellos para poder rascarse inmediatamente de la manera más cómoda y efectiva posible (incluso el señor de la derecha tiene el mango en forma de cruz para ponerse las cosas aún más fáciles si cabe).
jueves, 18 de diciembre de 2008
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4 comentarios:
Ese cepillo de púas de alambre es música para mis ingles. Wagner, por lo menos.
¿Y a cuánto dice que sale la docena?
El rascador genital modelo se ve usado, con pelos púbicos entre las cerdas metálicas... ¿o son píxeles?
Y fíjate también en qué ocurre si quitamos las palabras "feliz Navidad" en la frase "Mis abuelos te desean feliz Navidad" (idea de un amigo).
El tamaño del rascador sería un signo de estatus social. La gente se gira en la Calle Mayor: ¿Has visto que pedazo rascador?
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