martes, 19 de mayo de 2009

Resucitador de Gatos

¡¡Hola, buenas nocherrrr, jaaaarl, no puedorrrrr!!. Cagémonos en los pantalones del Blog de Miguel Noguera, hagámosle un roto. ¡¡Cuñaaaao!!, rompamos el blog, ¡¡Yessoo!! (¿os acordáis de aquello de ¡yesso!, uf).

Bueno, centrémonos, que ha habido un poco de hilaridad aquí arriba. La idea que traigo esta noche es de estas que da palo explicar (te dan con un palo mientras la explicas, te golpean perezosamente con un palo, sí, hay pereza incluso en el que te da con el palo), como la mierda esa del taburete, pero me obligo a desarrollarlas, de hecho, probablemente la incluya en el Ultrashow de este sábado, no sé.

Bien, empecemos a entrar en las algas, no tengáis miedo, si no soltáis la cuerda roja todo irá bien, ¡qué imagen!, los lectores del Blog de Miguel Noguera se adentran en una de sus ideas farragosas, en fila india, agarrados a una magnífica cuerda roja, como si se adentrasen en un fango verde. Esto merece un Paint:

Los lectores del Blog de Miguel Noguera entrando en una idea farragosa.

Veamos, ¡ay, qué palo! Se trata de un chaval que obra milagros, él por lo demás es un gilipollas, pero tiene esa cosa en la frente que resucita cadáveres de gatos. No penséis que lo haga con elegancia, por telepatía o algo así, no, al chico hay que darle una buena colleja para que la cosa funcione. Al gato previamente lo han estirado sobre una mesa y al chico lo han sentado delante, entonces el padre del chico le arrea una hostia bien fuerte a su hijo en el cogote para que su cabeza se proyecte hacia adelante empotrándose en el cuerpo del gato, entonces el gato revive y se marcha sin dar las gracias (ya sabéis cómo son los gatos).


Bien, pues resulta que el padre del chico es un empresario despiadado y cobra una pasta por cada gato revivido. El chico trabaja de sol a sol junto al monstruo de su padre que le casca el cogote una y otra vez. Así pasan los años, reviviendo gatos sin parar (y sin oir un solo maullido de agradecimiento), poco a poco el cogote del chico empieza a clarear como la zona de la portería de un campo de fútbol, tanta hostia le ha hecho perder pelo, pero (y aquí viene la segunda idea farragosa) la forma del claro de pelo... uf esto será demasiado farragoso, la forma del claro en la cabeza del chico es exactamente la media de todos los manotazos del padre durante años... noooo, es imposible que lo hayáis captado. La idea es que el claro de pelo tiene una forma perfectamente triangular, no una forma ovalada ligeramente puntiaguda, que es lo que cabría esperar de una forma media de collejas manuales. La idea es que las tollinas del padre hayan desprendido el pelo del chico matemáticamente, no biológicamente.

Aquí el óvalo irregular, natural:

Aquí el triángulo puro, aberrante:

Esa punta, ¿no?, ¿cómo puede ser?. Un ordenador simplificaría el desgaste de ese modo tan geométrico, pero la naturaleza no, por el Amor de Dios.

Menudo empacho el de esta noche, menuda mierda, hoy me he cansado de mí mismo, me voy a dormir embrutecido, buenas noches.

6 comentarios:

Porterodelantero dijo...

Míguel Noguera. Con acento en la "i" te conviertes en un deportista, una joven promesa del tenis español. Míguel Noguera.

Iré al show. Quizás a los dos. O quizás incluso a ninguno.

El Hombre de la Pústula dijo...

Me ha gustado mucho seguir la cuerda roja, he visto que has representado a un señor mayor, canoso y con entradas, previsiblemente un abuelo. Un abuelo de ultramar.

¿Han probado a poner otra cosa en lugar del gato? ¿Una cosa inerte? ¿Qué pasa cuando resucitas una maceta? Probablemente se le rompa la frente, al pobre chaval, si se la estrellas contra una maceta. Aquí sería la maceta quien contagia su condición de ser inerte al muchacho, y no al revés.

Y el triángulo me lo imaginaba horizontal, como el logotipo del corteinglés, como si el padre le diera desde un lado, así en vertical el padre debe adoptar posturas muy forzadas, debe pegar como Ruiz-Mateos pero con la mano abierta.

Hongos dijo...

Me gusta la cuerda roja, me gustan las ilustraciones Da Vinci. Existe la posibilidad de que, de algún modo, las collejas estimulen las raices capilares, que en esa zona crezca el pelo más rápido y fuerte. Tendríamos el mismo triángulo en relieve. Un ambientador de pino.

Jesús Ginard dijo...

Hongos, en ese caso, las collejas deberían darse desde dentro.

Patricil dijo...

Ese fantástio yogur Griego como recompensa al llegar al final de la cuerda. Pero vamos a abrir el plano, que hay sorpresa: Reencuadrar

El Andariego dijo...

El padre ha llegado a lesionarse la muñecaa y está de baja médica durante un mes, pero no puede abandonar un negocio tan lucrativo cuando está doblando las ganancias y rechazar a cientos de clientes que tienen vez desde hace meses para resucitar su gato.
Observa en una lavandería el maravilloso juego de muñeca de un chino planchando y le hace una oferta que el chino no puede rechazar. El problema es que después de firmar un contrato blindado descubre que el chino tiene la plancha soldada a una prótesis de mano. Ahora el padre sufre cuando ve a su hijo golpeado hora tras hora con una plancha al vapor pero no toma ninguna decisión porque el negocio va viento en popa. La marca de la plancha es evidente y los vecinos empiezan a murmurar cuando lo ven pasar a por tabaco. Que cobarde, permitir esa tragedia. Que loco.