Un loco se dedica a observar muy de cerca el trasero del cliente de una librería sin que éste se dé cuenta, lo hace colocando su rostro a una distancia inapropiada para una visión correcta del objeto y permanece así durante el máximo tiempo posible.
Otro loco que guarda su cuchillo en un plumier, sólo el cuchillo, ocupando el plumier de cabo a rabo (un loco con traje de lino y barba de varios días, un Gary Oldman).
Una recuperación del clásico ciegos cegando.
Una anciana pide matrimonio a un compañero de residencia -las típicas uniones que se forman frente al abismo, esas bodas in extremis que salen en el telediario- para ello se arrodilla ante él invirtiendo los roles. Fuerza su cuerpo, su ideología y su timing vital.
Mañana más.
4 comentarios:
Lo de los ciegos, a primera vista no pensé que fueran ciegos, pensé que simplemente eran unos señores examinando un bebé con su bastón. Unos señores de pueblo que no recuerdan la última vez que vieron uno.
Lo examinan sin cuidado, a bastonazos, con esa curiosidad despegada del que ya, a su edad, no está dispuesto a dejarse sorprender por la vida.
los ciegos crujen, causan sensación
Señor Noguera, debe saber que se me parece mucho a Miguel Bosé en su último videclip.
http://www.youtube.com/watch?v=op70YW12yRk
jaja ostia es verdad, esa sonrisita picarona de bose tiene un parecido razonable
ay ay... XD
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