viernes, 24 de abril de 2009

Usted Es De Mi Club

Hey, chic@s, ¿qué os parece el uso de la @ para no quedar mal?, para no parecer un asqueroso hombre misógino y perverso, ¿eh, chic@s?, ¡pues no!, yo no lo apruebo, a partir de ahora diré chicos, amigos, lectores, etc, ha ha ha, todo serán plurales masculinos.

Hoy a los señores Galgo Tibio y Xavier Daura les pitarán los oídos porque me referiré a ellos, más bien a sus discursos. Mientras tanto el resto de lectores del Blog permanecerán ajenos al particular (referirse al asunto que está siendo tratado como un particular es una finta de Gran Jugador).

Bueno, echémonos al barro, tirémonos de la moto, UN VENDEDOR ITINERANTE DE COLCHONES, PLANTILLAS, ALMOHADAS, Y DEMÁS SUPERFICIES COMPLEJAS SE DESPLAZA DE HOTEL EN HOTEL ORGANIZANDO CHARLAS PARA MATRIMONIOS JUBILADOS Y GENTE RARA, CHARLAS PERSUASIVAS, LLENAS DE TRAMPAS Y REQUIEBROS, sí, un vendedor que lleva treinta años soltando la misma perorata y se ha vuelto loco de un modo muy fino. Para introducir la pausa del café que tiene lugar a media charla el vendedor ha ideado una secuencia muy rápida de eventos, fruto de su chaladura.

En primer lugar pregunta al auditorio:
-¿Alguno de los que hayan adquirido ya nuestro maravilloso colchón encuentra que éste sea realmente incómodo, huela mal, haga ruido y que todo lo que expliqué sobre él en su día fue una sarta de mentiras?
Siempre hay algún histérico que levanta la mano, entonces el vendedor responde:
-Usted es de mi club... el club del café que está entrando por esa puerta.
Entonces un camarero entra portando un café con leche enorme, del tamaño de una ensaladera familiar y reparte pajitas entre el auditorio para que todos beban juntos.

El ataque frontal del vendedor a su propio producto queda así olvidado, reprimido, tras ese link inesperado con el café hiperbólico. ¿Qué locura, no? bueno, bueno, creo que ya está bien por hoy, mis niños, he he, niños, no niñas, ¿eh? he he.

1 comentario:

Hongos dijo...

La entrada del camarero acompañada de música gourmet, el vendedor mostrando el pentagrama satánico tatuado que acredita su pertenencia al club.