sábado, 18 de abril de 2009

La verdad es que creo que será mejor que la dieta se relaje un poco estos días, un poco nada más, no os preocupéis, las cosas fluctúan, mirad la crisis ¿no? mirad la liga también, la liga de fútbol. Mirad en general cosas que cambien de un estado a otro y os daréis cuenta de lo que digo. Las cosas van cambiando, tomad como ejemplo la vida de una persona, no es la misma cuando nace que cuando muere, pues eso mismo es lo que quiero que entendáis, no estéis tristes, mañana habrá una actualización, y así cada día durante muchos, muchos años.

La idea de hoy (ni yo mismo sé qué estoy haciendo), más que una idea es una constatación. Hay gente poco o mal educada que agarra la comida (me refiero a la comida susceptible de ser prendida, como pueden ser los bocadillos, los panecillos puros, los perritos calientes, los chuchos de crema y más cosas con forma de... bueno, esa forma de bocadillo ya sabéis, como una cachiporra blanda y simétrica, un pedazo de materia alargado y romo, esa forma genérica del alimento elaborado que se ase -ah, el verbo asir, qué jodido es- con la mano y se lleva a la boca directamente), como decía, gente tosca que agarra la comida con toda la la mano, no pinzándola sólo entre los dedos. Gentuza que sostiene la comida como si la comida fuera una compuerta, joder, ese es el señalamiento de hoy, esa manera de coger la comida. Y diré más, LA IDEA DE UN SEÑOR QUE, ADEMÁS DE AGARRAR LA COMIDA DE ESE MODO, ESTÁ MUY TENSO CUANDO LO HACE Y EN CONSECUENCIA SE LE MARCAN LOS TENDONES DE LA MANO, pero no penséis por tener la mano crispada apretuje el bocadillo y todo se convierta en un chiste barato, la comida no recibe ni un Newton de fuerza de más, se encuentra inalterada como un gorrión, la tensión nace y se queda en la mano, es un asunto psicológico, no un gag de resortes y palancas.

Adios, me voy rápido a dormir, voy ya.