
Para 2009 propongo la idea de media vela de moco. Pero no me refiero a un seccionado a media altura, lo que comúnmente se entiende por “partir por la mitad”; lo que quiero poner sobre la mesa es un colgajo de moco fino, largo y viscoso, partido longitudinalmente por la mitad, algo apenas pensable tratándose de moco reciente -aún podríamos concebirlo si estuviéramos hablando de una estalactita de moco seco- de hecho, para poder visualizar mentalmente un moco en fase gel geométricamente partido hemos de echar mano del recuerdo de los efectos del magnetismo sobre las pastas metálicas y cosas por el estilo. Se puede sustraer la mitad de la materia del hilo de moco, pero no se puede partir el moco por la mitad, no se si me explico.


Una rata pendiéndole a una señora de la papada, agarrada por los dientes y las patitas traseras, balanceándose bajo su cara como una cadenita.
Una galleta con un de cable en su interior. Cuando el cable se muerde, a uno se le electriza* el cerebro, los hemisferios se encaran entre si y se pronuncian vocablos simétricos como retacocater -esto último ha sido un tanto incómodo ¿qué palabra poner como ejemplo?, cualquier palabra es válida, al final he optado por retaco (?)- la galleta se coloca en la boca con la mueca y la actitud de quien se coloca una protección dental para el boxeo. Estas galletas se venderán cuando la sociedad esté tan saturada de estímulos placenteros que sea inmune a ellos y haya que subir el listón; primero se comercializarán en bolsas de una sola galleta a un precio prohibitivo, pero años más tarde, se venderán en cajas de galletas normales a precio de galletas normales y habrá que volver a subir el listón y, hablando de listones, si seguimos por esta senda de consumo salvaje, en el año 3024 no tendremos nariz, tendremos el palo que sostiene las gafas en los expositores; en serio, no es un chiste, la raza humana irá mutando la nariz en un bastoncito de plástico biológico mimetizando los de las ópticas, ¡Dios mío, esta imagen es de una crudeza horrible!

