-¿Cuánto le debo?
-Sí, ejem, acompáñeme al piso de arriba, por favor, y allí le cobraremos.
(trap trap trap)
-Bueno, ¿cuánto es?
-(...)
-Disculpe, ¿cuánto le debo?
-(...)
-Oiga, ¿pero qué hace?, ¡¡¡suélteme!!!... ¡¡¡suéltenme!!
LO METIERON EN UNA MÁQUINA INFERNAL QUE DESCOMPUSO SU CUERPO Y FABRICÓ CON ÉL DIVERSOS PRODUCTOS DE LA TIENDA.
Esas tiendas raras, como de venta al por mayor, con mostradores descuidados, con apariencia de oficina, en las que te cobran en la trastienda o en el piso de arriba. En esas tiendas, cuando entra alguna persona física para realizar una pequeña compra a título personal la apresan y la introducen en una máquina infernal que fabrica, a partir de su materia corporal, las tazas, los zapatos, los collares, el material ortopédico o lo que sea que vendan en esa tienda.
Es una idea bien tosca, una idea cabezota, pero muy efectiva. Bueno, en realidad no sé para qué puede servir, pero sirve.
sábado, 23 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
Cuando el dependiente dice "ejem", yo ahí ya me he temido lo peor
me ha producido un efecto rarísimo el prensar alguien para fabricar una pierna ortopédica. creo que no está de más reflexionar en eso
Eh, Ratzinger. ¿Y si de verdad fueras el Papa?. Comentando en sus ratos libres en castellano, sin pudor de mostrarse. Ese "creo que no está de más reflexionar en eso" cobraría unas connotaciones pastorales profundas. ¡No me jodáis! por muy mal que caiga un Papa, cuando dice que hay que reflexionar, te lo tomas de otro modo.
como que "y si de verdad?" es que, no entiendo
es un voto del catolicismo esto, no te lo tomes de ninguna manera. Juan Pablo hacia lo mismo
Cabría preguntarse qué compró esa persona.
Porque si lo que compró fueron cantidades ingentes de lápices...de otra cosa estaríamos hablando.
Pero no seré yo quien lance la primera piedra.
Se pourrait-il bien se passer qui mettra chose à ce sujet dans mon blog personnel petites si je après une référence à miguelnoguera.blogspot.ru?
Publicar un comentario